Leía hace un par de semanas la “polémica” creada alrededor de Los Simpson sobre el personaje de Apu. La noticia llegó a mi bastante tarde (y en tiempo internet, como un equivalente a décadas), ya bien iniciada la historia, cuando la serie contestó a la crítica que se le hizo y para muchos no lo supo hacer. No pude dejar de pensar que esto tenía mucho en común con como terminaron las cosas con The X-Files este año.
Para resumir, en 2017 el comediante Hari Kondabolu estrenó un documental llamado El Problema con Apu, en el que habla de los problemas que le generó este personaje en su vida personal debido a la forma en como es retratado. Por supuesto su objetivo fue mostrar su punto de vista del problema, de la persona que tiene el mismo origen étnico y que por supuesto tiene que vivir todos los días con esto.
La polémica es fácilmente inflamable porque tendrás defensores y detractores de la teoría, como suele suceder. Los que viven la discriminación opinan que no se puedes decir que es algo insignificante sin vivir el problema personalmente y los detractores por supuesto se van a defensas como que en la serie a todos los estereotipan y que dejaría de ser una comedia si esto no fuera así.
Esto precisamente fue lo que contestó la serie en el capítulo No Good Read Goes Unpunished, el número 15 de la temporada 29.
Así que con la respuesta que muchos consideraron floja, llegué a la noticia. En el capítulo Marge le lee a Lisa uno de sus cuentos favoritos de la infancia pero ahora lo encuentra muy ofensivo y para nada acorde con la época, entonces ella lo edita y lo convierte en algo sin gracia. La serie escoge a Lisa (la voz de la conciencia en la serie) para decir que lo que fue bien visto antes ahora es políticamente incorrecto, hasta ahí pasa pero remata diciendo “¿Y qué podemos hacer?”
Lo que tenemos aquí es el resultado de tener una serie con casi treinta años ya al aire y que se ha resistido a desaparecer. Hablar de los Simpson significa un post completo sobre lo bueno, lo malo y lo feo de que hayan alcanzado esta longevidad, pero de eso no se trata este artículo.
Mi argumento es que El problema con Apu, es también El problema con Chris Carter aunque también podía ser llamado el problema con Scully, pero creo que desafortunadamente va más allá de lo que hicieron con ella en estas dos temporadas del Revival. Tiene que ver con un conjunto en general de la serie y de cómo la manejó su creador.
Cuando Los Simpson aparecieron en 1989 eran algo revolucionario, algo totalmente subversivo. Era el programa que tus papás no querían que vieras por Bart Simpson, pero también era una crítica cruda a la sociedad de los Estados Unidos. Fue algo que cambió la historia de la televisión.
Con el paso del tiempo la serie pasó su curva de creatividad (muchos la ponen cercana a la temporada nueve) y llegó a un punto en que todos estuvimos de acuerdo en que la serie ya no era un fenómeno revolucionario. Simplemente eran los Simpson, los que seguramente sobrevivirán a un ataque nuclear junto con las cucarachas. Pero algo a lo que ya no le pondremos cuidado. Su relevancia es ya más histórica que actual.
Esto es un proceso muy natural. La serie lo ha demostrado con bastante exageración (porque 29 temporadas es mostrar el problema con exageración) y nos habla de que las cosas aunque sean buenas, aunque sean excelentes, aunque sean perfectas, tienen su periodo de caducidad. Nada es para siempre (decía casual e irónicamente el penúltimo episodio de The X-Files).
El proceso de The X-Files fue un poco diferente. La serie terminó en 2002 por diversas causas. David Duchovny luchó con su personaje casi desde la mitad de vida de la serie y terminó haciendo desviar la historia hasta los hechos de octava temporada donde se intentó incluir nuevos protagonistas que eran muy buenos personajes secundarios pero que tenían imposible reemplazar a los originales, Gillian Anderson diría adiós en la siguiente temporada, la serie se perdió en su propia mitología y sumado al problema con Mulder ya había perdido fans, también muchos afirman que después del 9-11, Estados Unidos no quería escuchar que su gobierno le ocultaba cosas, el patriotismo decía otra cosa.
Cuando la serie revivió en 2016 mucha de la alegría en fans, conocedores y público normal venía de la idealización de la serie como conjunto, como fue en su época de oro y lo que significan Mulder y Scully en la cultura popular. Pero detrás del escenario existía más riesgos que beneficios de traerla a la vida otra vez.
El problema con Carter es el mismo problema con Apu. Longevidad en tus ideas. Porque el problema no es que seas una serie eterna o una serie que regresa después de mucho tiempo a un mundo que ya no es el mismo. El problema es cómo lo haces. Carter supuso que su mitología era tan buena que podía sobrevivir al paso del tiempo y que por haber sido un éxito en el pasado iba a estar bien ahora y creo que toda la temporada 11 fue como la respuesta de Lisa “¿y qué podemos hacer?”
Los Simpson y The X-Files son indiscutiblemente iconos de la cultura popular, de la cultura geek y si hubiese Hall de la fama de la televisión, tendrían un lugar privilegiado, pero esto no las hace invulnerables al paso de los años si se siguen haciendo, a envejecer mal, a que lo que era bueno ya no lo es y a que han aparecido otras series que llegaron a ocupar el lugar de revolucionarias, como en la naturaleza, llega otro macho alfa y te quita la audiencia.
Carter se quedó en un pasado dentro y fuera de las cámaras. Quiso hacer televisión como hace quince o veinte años y no se trata de si se puede o no hacer, sino de si funciona o no.
Ahora el consumidor de televisión está acostumbrado a ver las series en sobredosis de cuatro, cinco capítulos o toda la temporada de corrido, a que sus showrunners estén en contacto con la audiencia y su fandom, a ver un equipo integrado por hombres y mujeres escribiendo y dirigiendo, a que es posible escuchar a tu audiencia y entender con humildad lo que ellos piden, porque tal vez esa audiencia conoce la serie más que tu siendo el creador.
Tal vez en 1997 era un poco desapercibido que Scully no hubiese tenido sexo con Ed Jerse en Never Again porque su creador, no me pregunten por qué, quiso que su personaje fuera una santa inmaculada, lo que se fue a extremos peligrosos al hacer la concepción de su bebé también bíblica (y que termina autosaboteando al final al decir que la concepción milagrosa la hizo el propio satanás). Tal vez en 1997 nadie dijo algo en tono de crítica por la época o por el enorme efectos que aun con todo lo que privaron a Scully, representaba para el feminismo, pero cuando planteas cosas así en 2017, como quitarle la voz a tu personaje y reducirlo a la felicidad por reproducción, estas haciendo un The Handmaid’s Tale y con resultados catastróficos porque no es tu intención mostrarlo como crítica como lo hace la serie ganadora del Emmy en 2017.
Esto quiere decir que si continuáramos mostrando a Scully en The X-Files con esta misma visión, su efecto positivo que tanto se quiere hacer notar, terminaría siendo anulado. Afortunadamente Gillian Anderson quiere que esto no siga ocurriendo. Al parecer ella ha sido la única que se ha adaptado a este nuevo mundo y sabe hacia dónde va.
Pienso que se puede hacer una actualización sin perder la esencia, decir que así son las cosas y no se puede hacer nada es bastante facilista, es no arriesgarse a un cambio y a un cambio honesto. Carter y equipo (que ya ni siquiera es 1013 para darnos a una idea de la isla en la que está) quisieron acallar que no habían mujeres en la producción trayendo algunas pero el resultado se vio forzado y como que las dejaron participar pero siguiendo órdenes de los chicos importantes de la serie.
Los cambios se deben producir desde el fondo, entendiendo que tu público ha cambiado y que a tenido la oportunidad de ver tal vez una o dos series revolucionarias después de la tuya a lo largo de los años, esta para mi sería la clave en los remakes porque puedes apelar a la nostalgia de los fans por un tiempo pero cuando se pasa la impresión inicial, debes tener una buena historia para sustentar los regresos.
Se que es un ejercicio de creación brutal y de humildad para reconocer que se es viejo y que hay que ceder, ya sea cambiando o aceptando que todo en la vida debe cambiar o acabarse y dejar ir. Me parece es la solución digna para Los Simpson y espero sea la solución digna para The X-Files.